Introducción a conocimiento de nuestra
piel
La piel por ser el órgano más grande del
cuerpo, tiene una gran responsabilidad e importancia, pues ella cubre y protege
todo lo que éste tiene en su interior. Sin la piel, los músculos, los huesos, y
los órganos, no estarían en su sitio correspondiente sino dispersos sin ningún
orden. La piel mantiene a todos estos elementos juntos. Obsequiándonos también
el maravilloso sentido del tacto, prescindible para sentir tanto frio como
calor, texturas y alejarnos de amenazas.
La suavidad, la hidratación, la
humectación y la firmeza son aspectos esenciales de una piel sana. Si bien
sobre ellos influyen el tipo de alimentación, el descanso y los hábitos como el
alcohol y el cigarrillo, pueden mejorarse si se conoce cuál es la
característica que hay que mejorar. Por eso, el primer paso antes de elegir
cualquier crema es conocer la piel; y el segundo identificar el problema a
solucionar. Las pieles pueden variar entre secas, grasa y mixtas, además pueden
ubicarse entre pieles jóvenes y maduras dependiendo de la edad. Es importante
saber que para las pieles secas van mejor las cremas que tienen componentes más
oleosos, y estas no son adecuadas para quienes poseen pieles grasas.
Los problemas más habitúales de las pieles
jóvenes suelen ser la falta de suavidad, hidratación ó humectación, acné o
cicatrices; mientras que las pieles maduran se focalizan más en la dificultad
del mantenimiento de la firmeza, aunque los demás problemas no se alejan con el
correr del tiempo.
Ahora bien, para
que la piel luzca hermosa es necesario que goce de buena salud, para lo cual es
fundamental la presencia de agua, por lo que conviene diferenciar los conceptos
hidratación y humectación. El primer caso se refiere a la cantidad de líquido que
aporta la sangre a la piel, junto con el oxígeno y los nutrientes, en tanto que
el segundo se trata de la humedad que la epidermis toma del medio exterior, al
usar distintos preparados a base de agua y productos químicos. Al respecto, las
cremas humectantes realizan las funciones pérdidas por la piel, pues la cubren
y protegen retrasando la merma de agua, o bien atraen la humedad y la
mantienen.
Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene nuestra piel, es una parte importante de nuestro cuerpo y debemos cuidarla para que siga cumpliendo sus funciones a la perfección como es de protegernos, embellecernos, etc.
En la piel se refleja todo, nuestro estado interior, nuestras preocupaciones, es el reflejo de todo nuestro ser, cuando estamos felices tenemos un "algo" especial, cuando estamos tristes nuestra piel esta apagada. Por ello debemos cuidarla no solo por fuera utilizando productos sino debemos también cuidarla por dentro, así conseguiremos una piel sana y joven por más tiempo.
¿Cómo podemos mantener
una piel sana y joven?
Para tener una piel sana y joven vamos a empezar
a cuidarla desde dentro, deberemos tener una piel hidratada con un aspecto
saludable y para ello describiremos unos puntos que debemos tener en cuenta,
estos no solo nos servirán para tener una piel sana y joven sino para tener un
organismo sano que se reflejara en nuestra piel.
¿Qué puntos debemos tener
en cuenta?
1.
Beber mucha agua: Debemos
asegurarnos de ingerir suficiente agua, purifica la piel, elimina toxinas y nos
mantiene la piel hidratada desde dentro. Si te cuesta beber agua y te gusta las
infusiones o zumos naturales es otra opción.
2.
Tomar mucha fibra: El
estreñimiento es causado por problemas cutáneos en la piel, debemos evitar el
estreñimiento tomando mucha verdura, fruta y productos integrales.
3.
No abuses de grasas: Es
importante que en tu alimentación incluyas grasas suficientes pero sin abusar
de ellas, toma aceite de oliva, maíz o girasol que además contiene vitamina E
muy beneficiosa para la piel.
4.
Mucha verdura: Las
verduras además de tener mucha fibra que nos ayudarán al estreñimiento,
contienen vitaminas, minerales y agua que contribuyen a reforzar tus defensas.
5.
Mucha fruta: Las frutas
deben estar a diario en tu dieta, sobre todo las que son ricas en vitamina c,
nos ayudan a la regeneración celular.
6.
Di adiós al tabaco y
alcohol: El tabaco y alcohol es un gran enemigo de la piel, producen toxinas y
apagan la piel. Recuerda como amaneciste el día después de una noche en la que
abusaste del alcohol y del tabaco. Tu piel estará más apagada, sin luminosidad.
¿Cómo cuidar la piel por
fuera?
También la piel por fuera necesita cuidados,
límpiala a diario con productos específicos para tu piel, tonifícala e
hidrátala. Semanalmente realiza una exfoliación y aplica una mascarilla adaptada a tu piel.
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO
Obtenido a partir del germen de trigo. Rico en vitamina E, minerales, carbohidratos y proteinas de facil asimilacion. Contiene pequeñas cantidades de acidos grasos tipo omega 3 y omega 6.
Características:
* Principal fuente natural de Vitamina E.
* Retarda los síntomas del envejecimiento.Favorece la fertilidad.
* Ayuda a la prevención de infartos y demás enfermedades cardiovasculares.
* Debido a las propiedades antioxidantes de la vitamina E, protege a nuestro cuerpo de la acción de los radicales libres, que causan envejecimiento prematuro.
* Suaviza la piel hidratándola y dándole mayor elasticidad.
* Previene la formación de estrías.
* Se ha observado que reduce los problemas de estreñimiento.
* Nutre y da vigor al cabello y es excelente para luchar contra la caspa
Aceite
de argán: el
argán es un regenerador de las células cutáneas, devolviendo la
elasticidad a las pieles envejecidas, con arrugas y castigadas.
Devuelve la suavidad y luminosidad a la piel. Es un antioxidante
natural. Entre otras muchas, la vitamina E esta presente en este
aceite, la vitamina de la belleza
Aceite de rosa mosqueta: regenerador natural de la piel, evita la formación de estrías y arrugas.
Aceite de almendras dulces: es un aceite rico en vitaminas (B1, B2…) y sales minerales8 hierro, calcio…)
Manteca de karité: el karité es un regenerador celular natural previene el envejecimiento de la piel, intenso y duradero poder hidratante y nutritivo, con grandes propiedades suavizantes y reestructurantes. Protegiendo a la piel del sol y del frío. Mejora la elasticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y su alto contenido en vitamina F, componente vital de las membranas celulares.
Aceite de jojoba: es un poderoso hidratante. Su composición es parecida a la grasa de nuestra piel, por lo que el cuerpo la acepta muy bien.
Aceite de oliva: aporta suavidad, elasticidad e hidratación, previene estrías, arrugas. Es rico en vitaminas: A, D, K y E, (vitamina E, antioxidante,)
Aceite de almendras dulces: Es un aceite rico en vitaminas (B1, B2…) y sales minerales8 hierro, calcio…)
Agua de rosas: utilizado para aportar hidratación a la piel.
Agua de jazmín: como el agua de rosas aporta hidratación.
Cera de abejas: con poder nutritivo.