PELIGROS DE LA COSMETICA CONVENCIONAL Y ALTERNATIVA

 
Detecta los tóxicos en la cosmética convencional

A través de nuestra piel las sustancias penetran en el cuerpo y llegan en tan sólo 15 minutos a la sangre, influyendo en nuestro metabolismo.
En la cosmética convencional, actualmente existen más de 6.000 componentes químicos que están permitidos, pero no controlados.
Esto significa, que en los productos que usamos aparecen agentes químicos que nos pueden causar alergias, eczemas, asma, problemas de pigmentación y hormonales, cáncer e incluso daños genéticos a futuros bebés.
Por este motivo, a continuación os señalamos los ingredientes más peligrosos que debemos evitar en cualquiera de los productos de cosmética que usamos:
 
Aceites minerales: No se trata de sustancias nutrientes ni sales, sino de derivados del petróleo. Son altamente cancerígenos, tapan los poros bloqueando la respiración de

las células y extraen la humedad de la piel. Figuran bajo las siguientes denominaciones: Mineral oil, Paraffinum, Paraffinum liquidum, Petrolatum, o compuestos por las  sílabas Paraffin-, Petroleum. También son derivados del  petróleo las siliconas Silicone quaternium, Methylsilanol, y se esconden tras nombres como cera microcristalina, ozokerit, ceresin, incluida la vaselina.

 
Colorantes: Los componentes con las sílabas anilin, anilid, como en “acetanilid” delatan un colorante altamente cancerígeno y tóxico. Igualmente son agentes colorantes muy nocivos “HC Orange 3”, “acid Red 73”, “pigment Green 7” o “Solvent black 3”.

Sustancias Halogenorgánicas: Causan alergias, pueden causar cáncer, y contaminan gravemente el medio ambiente por no ser biodegradables. Se trata de combinaciones de cloro, yodo y bromo como: “Aluminium Chlorohydrate”, “Methyldibromo glutaronitrile”, “Iodopropynyl”. No confundir con chlorid, bromid e iodid, que son sustancias inocuas de sales.

Pegs: Son emulgentes que unen agua y grasa. En sí son inofensivos ya que hacen la piel más receptiva a otras sustancias, lo cual es bueno si son aditivos sanos, pero malo si son venenosos. Se les reconoce por las letras eth al final: “steareth”, “ceteareth”, “sodium laureth sulfate”, principal ingrediente en jabones, geles y champúes.

Sodium Lauryl Sulfate: Es un detergente muy irritante que provoca problemas de pigmentación y pérdida de pelo en las partes expuestas en test con animales. Está calificado como aceptable en productos de uso poco frecuente y siempre que sea en concentraciones inferiores al 1%. Sin embargo, lo podemos encontrar en los primeros puestos de ingredientes en productos como dentífricos.

Fragancias artificiales: Son peligrosas porque la mayoría de ellas contienen elementos que, una vez sobre la piel, influyen en el equilibrio hormonal y son sospechosos de causar cáncer. Ejemplos: el “Acetyl hexametyl” causa daños nerviosos, el “Benzyl alcohol” insensibiliza la piel, el “Bromocinnamal” es irritante, etc. Como antitranspirantes se utilizan compuestos de aluminio, como “Aluminium chlorhydrate”que puede resultar muy irritante y es sospechoso de causar Alzheimer.

Phenol y Phenyl: En medicina se utilizan como desinfectantes, en cosmética como conservantes y colorantes. No se recomiendan por ser tóxicos celulares, que pueden llegar a destruir las paredes de las células. Ejemplos: “Nitrophenol”, “Phenolphthalein”, “Chlorophenol”, “N-Phenyl-P-Phenylenediamine”, “Phenylnediamine sulfate”.

Formaldehidos: Es un potente antimicótico multiuso. Es
altamente cancerígeno por inhalación, se acumula en las
células dañando las membranas, causa malformaciones en
fetos además de irritar y envejecer la piel. En principio, está
prohibido en cosmética, aunque, se han creado sustancias
que no se consideran formaldehidos, pero que los liberan.
Llevan la palabra Urea, como “Diazolidinyl urea”,
“Imidazolidinyl urea”, “Polyoxymethylene urea”. También
están los conservantes químicos con las letras DM delante,
como DM y DMDM Hydantoin, o Dmhf. Dimethyl oxazolidine
es otro conservante liberador de formaldehidos.

Phtahl y Phthalate: Son compuestos que se usan como suavizantes y/o disolventes. Son altamente tóxicos, influyen en el equilibrio hormonal y son sospechosos de producir cáncer así como alteraciones en la función reproductora de algunas especies. Ejemplo: “Dibutylphthalate”.
*Protector Solar: Existen algunas sustancias que se utilizan incluso en las marcas más caras como son “Oxybenzone”, “Benzophenone”, “Methoxydibenzoylmethane” o “Dibenzoylmethane”, que son filtros cancerígenos y pueden causar alergias.
 





PELIGROS DE LA COSMETICA CONVENCIONAL.

Montse Escutia, secretaria general de la Asociación Vida Sana.

Los cosméticos convencionales son un cóctel de sustancias químicas. Algunas de ellas se han evaluado y presentan riesgos para la salud. Las personas no somos conscientes de que nuestra piel también absorbe estos productos y pasan al torrente sanguíneo sin ninguna barrera. Además, los cosméticos están diseñados para que aumente la penetración y desde que se ha desarrollado la nanotecnología todavía más porque se trabaja con sustancias de tamaño muy pequeño. Uno de los casos más conocidos son los parabenos. Se utilizan como conservantes en los cosméticos y van en muy pequeñas cantidades. Pero actúan como disruptores endocrinos, es decir, mimetizan la acción de nuestras hormonas ocupando su lugar y lo hacen a concentraciones infinitesimales. Así que aunque la cantidad en el cosmético sea muy pequeña tienen una acción sobre nuestra salud que se acumula con el uso diario de esos cosméticos. Cada vez hay más personas con problemas de alergias en la piel, a los perfumes y sin hablar de las que desarrollan SQM, es decir, sensibilidad a cualquier tipo de producto químico.

La cosmética comercial convencional utiliza principalmente como base aceites minerales derivados del petróleo como la parafina y vaselina o derivadas del silicio como las siliconas las cuales el cuerpo humano no puede utilizar ni eliminar, almacenándose en hígado, riñones y sistema linfático, incluso provocar afecciones a nivel cardíaco.
Por ejemplo, muchos pintalabios utilizan estos componentes pudiendo llegarse a ingerir por encima de 0,1 mg por Kg de peso corporal, máximo fijado por la OMS.
Curiosamente, también es el componente principal en productos promovidos ¡para el cuidado del bebé! No tienes mas que leer las etiquetas de alguno famoso “para niños”.
En su formulación, también se utilizan compuestos químicos sintéticos que representan un riesgo para la salud: activos, perfumes, emulgentes y conservantes como los parabenos , los cuales se están retirando por relacionarse con la aparición de cáncer (se encontraron restos en muestras de tumores de mama...).

El listado de componentes peligrosos o bajo sospecha es largo y complejo de analizar pero fácil de encontrar en multitud de informes y en literatura especializada.

Los expertos advierten que, aunque una parte de estos compuestos son eliminados, otra parte importante se va acumulando en el organismo, llegando con el tiempo a causar enfermedades graves:
Distintos tipos de cánceres (en especial en órganos reproductores y mama).
Trastornos hormonales y alteraciones en los sistemas reproductivos, disminución de la fertilidad.
Problemas en el sistema inmunitario.
Anomalías en el crecimiento y desarrollo del bebe/niño.
Este último es especialmente preocupante ya que durante la gestación y los primeros meses de vida somos mucho más sensibles a todas estas sustancias tóxicas, pudiendo provocar multitud de reacciones, unas conocidas y otras en estudio o por conocer. Por ejemplo, todas las consideradas neurotóxicas, podrán promover futuras enfermedades del sistema nervioso y de la propia conducta del individuo.
Al analizar el cordón umbilical de recién nacidos, se han encontrado varios cientos de compuestos químicos artificiales, muchos de los cuales son neurotóxicos o pueden causar malformaciones.
Lo terrible de esto es que no solo influye lo que hayamos utilizado o consumido durante el embarazo (aunque es más importante) si no también a lo largo de nuestra vida previamente al mismo. Por desgracia, cada niño que nace, ya lleva en sus tejidos sustancias artificiales.
En cuanto al segundo punto, un ejemplo muy ilustrativo son los talatos, los cuales, flanqueando desagües y depuradoras, llegan a los mares donde asimilados en el organismo de algunos tipos de peces e imitando la acción de una hormona, consiguen que algunos machos de los mismos cambien de sexo.


“LA DOCENA SUCIA”, algunos de los productos (señalando sus posibles efectos adversos, al menos en altas concentraciones).

1.      BHA y BHT. Butil-hidroxi-anisol, E-320, (BHA) es un antioxidante sintético que también se utiliza como aditivo alimentario. Es soluble en grasas y no en agua. Modula el efecto de ciertos carcinógenos en animales de experimentación. En concentraciones altas favorece la proliferación anormal de células en el esófago de monos. Su utilización está autorizada en la mayoría de los países (CE y USA entre ellos), pero no en otros, por ejemplo Japón.  El BHT, E-321 o Butil-hidroxi-tolueno es otro antioxidante sintético también usado como aditivo alimentario. Se utiliza casi siempre mezclado con el BHA (E-320), y sus propiedades y acciones son parecidas.
2.      Coal tar dyes, colorantes de alquitrán, efectos cancerígenos
3.      DEA, diethanolamine (dietanolamina). Usada como tal o en forma de diversos derivados, como emulsionante o espumante. Cancerígena
4.      DEP, diethyl phtalate (ftalato de dietilo) u otros ftalatos, muy usados. Problemas endocrinos y reproductivos
5.      DMD hidantoína y otros liberadores de formaldehído. Como preservativos, antimicóticos y antisépticos. Cancerígenos.
6.      Parabens, una amplia familia de derivados usados como humidificadores y preservativos. Posibles disrupciones endocrinas
7.      Parfums, es decir, fragancias usadas en cosméticos. Asmas, alergias, neurotoxicidad y cáncer.
8.      Compuestos PEG (polietilenglicol) usados en bases de cremas. Su contaminante 1,4-dioxano es cancerígeno.
9.      Petrolatum, petrolato, vaselina sintética obtenida a partir del petróleo. Contaminantes cancerígenos
10.  Siloxanes. Los siloxanos son una amplia variedad de productos usados como humectantes y suavizantes. Disruptores endocrinos.
11.  Sodium laureth sulphate. En cosméticos espumosos. Su contaminante 1,4 dioxano es cancerígeno
12.  Triclosan, como antibacteriano en desodorantes, pastas dentales, etc. Disruptor endocrino



LA ALTERNATIVA: LA COSMÉTICA NATURAL
Patricio González
Técnico Superior en Estética (Ciclo de Grado Superior)
Especialista en Estética Natural y Biológica

La alternativa está en la utilización de cosmética natural, mejor biológica, y de ningún modo, considerar otra opción para los cuidados de nuestra piel.

La Cosmética Natural utiliza como base aceites naturales vegetales “bio-compatibles” con nuestra piel que contienen ácidos grasos esenciales y ceras naturales con una estructura semejante a la de nuestra epidermis. A estos aceites base, ya por si solos beneficiosos, se le añaden aceites esenciales o extractos de plantas que enriquecen y proporcionan el deseado efecto cosmético o terapéutico específico.
En resumen:
NO derivados del petróleo ni compuestos químicos
NO conservantes
NO perfumes ni aromas sintéticos
NO colorantes artificiales
NO efectos secundarios, alergias o infecciones (salvo raras excepciones)
NO toxicidad
NO problemas hormonales
SI protege y nutre, hidrata y regenera nuestra piel
SI mayor afinidad con nuestra piel “bio-compatibilidad”
SI pieles sensibles
SI a la salud en definitiva
Etc



Introducción a la cosmética natural:

Ojo! Actualmente, cada vez más gente se va concienciando de este problema y tiende más hacia “lo natural”, por lo cual, y para no perder cuota de mercado, en la mayoría de los casos, estos “megaproductores” disfrazan de producto natural sus productos de siempre procedentes de producciones y materias primas baratas y siguen metiéndolos a través de canales de gran impacto comercial como farmacias, perfumerías y grandes superficies
La fabricación de la Cosmética Natural requiere de unas materias primas muy seleccionadas y una elaboración muy larga y cuidadosa (a veces casi artesanal) y no se pueden fabricar de forma sintética en grandes cantidades y forma rápida y económica como en la industria, ni introducirlos de forma masiva mediante amplios canales de distribución.
Es por esto que resultan más caros que los de gran consumo que compramos en el supermercado o perfumería pero muchísimo más baratos que los productos súper publicitados de alta gama.