RECUERDE
■ Para asegurar su bienestar lea atentamente las siguientes
recomendaciones
¿QUÉ ES LA DERMATITIS ATÓPICA?
■ Es una enfermedad
inflamatoria de la piel cuyo principal síntoma es la piel seca y sensible con
picor (prurito), tan intenso, que para los pacientes es muy difícil evitar el
rascado.
■ Como consecuencia del
rascado y de la actuación de otros factores internos o externos, surge el “eczema”.
■ Afecta a todas las
razas y suele ser más frecuente en niños que en niñas y es un proceso en alza.
Suele asociarse a otras dos enfermedades, el asma y la rinitis alérgica. Lo más
frecuente es que se inicie antes de los 2 años de vida, pero puede comenzar en
la infancia, la adolescencia o, incluso, en la edad adulta y no existe relación
entre el momento en que se inicie y que los síntomas vayan a ser más o menos
graves.
■ Evoluciona con brotes
y no es contagioso.
■ En su evolución
clínica se establece un “Círculo vicioso” que se expone a continuación.
■ Para asegurar su
bienestar lea atentamente las siguientes recomendaciones y si tiene alguna duda
consulte con su médico o enfermera.
CICLO DE LA PIEL ATOPICA
¿QUÉ FACTORES SON PERJUDICIALES?
■ Varios factores
pueden resultar perjudiciales para una persona que padece dermatitis atópica y
cuantos más elementos negativos se asocien, más probable será la aparición de
nuevos brotes de lesiones o el empeoramiento de las ya existentes:
Picor
RascadoEczema
● El ambiente excesivamente seco, como el que se produce en las
casas durante el invierno como consecuencia de una calefacción demasiado alta.
● El polvo de casa, contiene algunos gérmenes como los ácaros, que
se concentran sobre todo en los colchones.
● La sudoración, ya que existe una relación entre sudor, piel seca
y picor, suele ocurrir en el verano y también a los bebés demasiado abrigados.
● Higiene, el empleo de jabones irritantes, el exceso de lavado o
la fricción pueden aumentar la sequedad cutánea. La ropa, sobre todo el
contacto con tejidos sintéticos o de lana puede resultar irritante para la piel
de una persona con dermatitis atópica.
● Estrés, cuando existen situaciones de ansiedad, depresión, mala
adaptación familiar o laboral, contribuyen al empeoramiento de la dermatitis
atópica.
¿CÓMO REALIZAR LA HIGIENE?
■ La ducha debe
realizarse una vez al día, con agua tibia, secarse sin frotar y aplicarse un
aceite especial, crema hidratante o vaselina líquida.
■ Los jabones deben ser muy grasos o de avena, con pH ácido.
■ Para evitar infecciones microbianas al rascarse, las uñas deben
estar siempre bien cortadas y limpias.
■ El sudor macera la piel, por lo que es recomendable lavarse
inmediatamente después de hacer deporte o ejercicio físico intenso.
¿CÓMO
DEBE SER
EL VESTIDO
Y EL CALZADO?
■ La ropa que entra en contacto con la piel, incluida la de cama,
debe ser de fibras naturales como el algodón y el lino. Evitar las prendas de
lana o fibras sintéticas, ya que son más ásperas y provocan picor.
■ La ropa puede lavarse a máquina, pero siempre que quede bien
aclarada con un centrifugado extra. Los suavizantes deben evitarse.
■ Es necesario cambiar el pañal del bebé en cuanto esté húmedo.
■ El calzado debe ser de cuero o tela y estar bien aireado. Hay que
evitar el uso de zapatillas deportivas durante un tiempo prolongado, utilícelas
sólo para hacer deporte. Los calcetines y medias deben ser de algodón o hilo y
no de nylon o lycra.
■ Use ropa ligera de algodón o hilo y elimine las etiquetas.
¿CÓMO
DEBE SER
LA ALIMENTACIÓN?
■Se puede comer de todo, puesto que no hay ningún alimento
contraindicado en la mayoría de los enfermos. En el caso de que aprecie un
empeoramiento tras comer algo, debe consultarlo con su médico.
■Algunos alimentos
ácidos (cítricos, tomate y frutos secos), pueden irritar la piel de
los pacientes al ingerirlos o ser manipulados. Los excitantes,
como el café, el cacao y el alcohol, incrementan el prurito
y son contraproducentes.
■Algunos alimentos,
por su contenido en histamina o por liberar esta sustancia, sobre
todo si se consumen en grandes cantidades (fresas, marisco)
pueden desencadenar también picor. Exceptuando estas circunstancias,
no es necesario efectuar restricciones dietéticas en la dermatitis
atópica.
LOCALIZACION
¿CÓMO SE CONTROLA LA TEMPERATURA
Y LA HUMEDAD?
■ El exceso de calor y
cambios bruscos de temperatura son factores negativos para la dermatitis
atópica. En todo caso, es beneficioso ventilar bien las habitaciones y evitar
que la calefacción aumente la temperatura ambiente, que debe rondar unos 20º C
y el uso de ropa de abrigo excesiva.
■ La humidificación ambiental con instalaciones adecuadas es
beneficiosa, en cambio, las medidas caseras con pequeños humidificadores o
recipientes de agua son poco eficaces.
¿QUÉ
HACER
CON EL POLVO?
■ El polvo es un enemigo de la dermatitis atópica, se deben evitar
alfombras y peluches, es mejor fregar que barrer, sobre todo en las
habitaciones. Hay que evitar objetos en los que se acumula el polvo (alfombras, moquetas, cortinas, edredones).
■ Es aconsejable ventilar diariamente la casa.
¿CÓMO
REALIZAR
LAS TAREAS
DOMÉSTICAS?
■ Los productos de limpieza suelen ser irritantes, así que para
evitar su contacto en las tareas domésticas deben emplearse guantes de goma y
algodón.
■ No se deben utilizar detergentes agresivos.
¿PRECAUCIONES CON LA EXPOSICIÓN SOLAR,
LOS BAÑOS DEMAR Y LA PISCINA?
■ La exposición solar
suele resultar beneficiosa en la dermatitis atópica, pero debe evitarse siempre
la quemadura solar. Algunos pacientes tienen mala tolerancia al sol e incluso
pueden sufrir agravamiento de sus lesiones por la sudoración. Se debe utilizar
siempre fotoprotector para exponerse al sol.
■ Puede bañarse en el mar o la piscina siempre que cuando salga del
agua utilice crema hidratante. En el caso de que tenga muchas lesiones, es
preferible evitar el baño.
¿ES
IMPORTANTE
EL ESTRÉS?
■ Los pacientes y familiares deben tener siempre en cuenta que el estrés
emocional incrementa el picor.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
PARA CASOS ESPECIALES
■ Los niños con
dermatitis atópica deben recibir el calendario vacunal completo y a su debido
tiempo, si no existen otras contraindicaciones.
Durante los tratamientos con
corticoides por vía oral o intramuscular, no deben administrarse vacunas con
virus vivos (poliomielitis,
sarampión-parotiditis-rubéola,
varicela).
■ Las infecciones víricas
de la piel atópica, pueden cursar con complicaciones, por lo que la vacuna de
la varicela está especialmente indicada en pacientes atópicos que no hayan
padecido la enfermedad previamente.
■ Enfermedades
asociadas como las crisis asmáticas o la urticaria, que pueden desencadenar
picores, deben ser tratadas para lograr el control de la dermatitis atópica.
■ Lo animales
domésticos se pueden tener siempre que no se tenga alergia a sus pelos o
plumas.
CUIDADOS DE LA PIEL CON
DERMATITIS ATÓPICA
■ La dermatitis
atópica, como otras enfermedades crónicas de la piel, necesita una gran
constancia por parte de los pacientes. El cuidado y la hidratación regular
mejoran el estado de la piel y le dan un aspecto mucho más agradable. Los
factores que son perjudiciales para la dermatitis atópica, a los que nos hemos
referido previamente, han de ser evitados en la medida de lo posible para
lograr un mejor control de la enfermedad.
■ Los baños, especialmente con agua muy caliente y detergentes
agresivos, irritan la piel de los pacientes atópicos, no obstante, debe
mantenerse una higiene suficiente. Es preferible la ducha al baño, con agua
templada y utilizar gel de baño de pH ácido.
■ La aplicación una o varias veces al día de una crema “hidratante”
en todo el cuerpo es una medida esencial en el tratamiento de la dermatitis
atópica. El momento más adecuado para aplicar la crema es inmediatamente tras
la ducha o el baño. Debe tenerse en cuenta que muchos pacientes atópicos tienen
mala tolerancia a algunos
de
los compuestos de uso más habitual en este grupo, como la urea. Se recomienda
la crema hidratante más grasa y la vaselina.
Las
lociones y los aceites consiguen una menor hidratación.
■ Es esencial que el paciente y sus familiares entiendan que el
rascado
y
la fricción, son factores decisivos en el mantenimiento de las lesiones y por
tanto es fundamental evitarlos.
SANITARIOS?
■ A pesar de los
cuidados antes mencionados, se pueden tener fases de empeoramiento (brotes) que
también pueden controlarse. Para ello hay que continuar con los cuidados
generales antes mencionados y además consultar a su médico o enfermera, siempre
que tenga una reacción fuera de lo común.
CONTINUARA .......
2º PSORIASIS
¿QUÉ ES LA PSORIASIS?
La psoriasis es una
enfermedad inflamatoria de la piel y ocasionalmente, de las articulaciones, que
sigue un curso crónico, con exacerbaciones y remisiones, sin ser contagiosa.
La psoriasis afecta a
alrededor del 2% de la población y suele aparecer entre los 15 y 35 años,
aunque también afecta a niños y a personas mayores.
La enfermedad no es
hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla, y un tercio
de los afectados tiene familiares directos con psoriasis. Se sabe que, además
de esta predisposición, son necesarios otros factores desencadenantes.
La psoriasis comienza en
el sistema inmune, principalmente en unas células de la sangre llamadas
linfocitos T. Todos tenemos linfocitos T que nos ayudan a proteger el cuerpo
contra infecciones y enfermedades. En la psoriasis, los linfocitos T se activan
indebidamente y desencadenan muchas respuestas celulares, entre ellas, la
proliferación y dilatación de los vasos sanguíneo de la piel, lo que se
manifiesta en el color rojo de las lesiones. También desencadenan una
proliferación de las células de la epidermis, los llamados «queratinocitos».
Normalmente, el proceso
de recambio celular de
la epidermis es de 30 días, pero en las personas con psoriasis dura
aproximadamente
4 días, lo que genera la
acumulación de células en la capa córnea, y se manifiesta en forma de placas de
escamas blanquecinas y descamación exagerada.
Su manifestación clínica
más habitual es la aparición de lesiones cutáneas de tamaño variable, enrojecidas
y recubiertas de escamas blanquecinas de grosor variable. Como comentábamos anteriormente,
las escamas están formadas por queratinocitos (células de la epidermis) que se
acumulan debido a su proliferación acelerada. El enrojecimiento es el resultado
de la mayor afluencia de sangre debida a la inflamación.
El curso de la psoriasis
es caprichoso, ya que puede desaparecer y volver a aparecer en los mismos
sitios del cuerpo o en otros. Cada individuo afectado tiene su particular
psoriasis, y lo que funciona en unos puede que no sirva o incluso vaya mal a
otros. Por este motivo, el tratamiento debe ser personalizado para cada
paciente, en función del tipo de psoriasis que tenga.
La psoriasis suele tener
un impacto negativo en la calidad de vida de los enfermos, porque la
visibilidad de las lesiones puede hacer que los afectados se sientan
avergonzados de su aspecto, se aíslen socialmente, se angustien o se depriman.
De momento, la psoriasis
es una enfermedad crónica que no tiene curación, pero los pacientes disponen de
un amplio abanico de opciones terapéuticas, muchas de las cuales
son muy efectivas para
controlar la enfermedad y aliviar el sufrimiento psicológico de los afectados.
¿QUÉ TIPOS DE PSORIASIS EXISTEN?
Aunque se trate de la
misma enfermedad, la psoriasis puede presentarse de distintas formas clínicas
que pueden aparecer de forma aislada o coincidir varias en una misma persona.
Las lesiones en la piel
son rojas y abultadas, y están cubiertas de escamas blanquecinas brillantes que
se desprenden fácilmente. Las lesiones pueden picar, doler y a veces se
agrietan y sangran. En la piel, las zonas que más se afectan son los codos, las
rodillas, el cuero cabelludo y la región sacra, aunque puede afectar a
cualquier otra parte del cuerpo. La afectación del cuero cabelludo y de las
uñas es típica. En algunas personas puede provocar también la inflamación de
algunas articulaciones (artritis psoriásica). A continuación se describen las
formas más características.
Psoriasis
en placas
La psoriasis en placas
constituye la forma más frecuente y se caracteriza por placas rojas bien
delimitadas que pueden medir desde pocos milímetros hasta varios centímetros de
diámetro.
Si las placas cubren
mucha superficie corporal, se habla de psoriasis generalizada.
Por lo general, las placas
se localizan en las rodillas, los codos y la zona sacra, aunque pueden aparecer
en cualquier otra parte del cuerpo.
Psoriasis
en las palmas y las plantas
Esta forma de psoriasis
se caracteriza por placas muy secas e hiperqueratósicas y puede interferir
mucho en el trabajo y en la vida personal, porque la piel suele agrietarse,
sangrar y doler. La afectación plantar incluso puede ocasionar problemas de
movilidad. Si no hay otras lesiones típicas de psoriasis en otras partes del
cuerpo, puede ser difícil diagnosticarla, ya que se parece mucho a un eccema
crónico. El tratamiento de esta forma de psoriasis es complejo.
Psoriasis
en el cuero cabelludo
La afectación del cuero
cabelludo es muy frecuente. Puede acompañar cualquier forma de psoriasis,
incluso puede ser la forma de inicio o la única localización de la enfermedad.
Se presenta en forma de descamación seca muy adherida (caspa gruesa) sobre una
zona roja del cuero cabelludo. A veces, hay sólo una mínima descamación y otras
veces escamas blancas gruesas adheridas cubriendo todo el cuero cabelludo. En
ocasiones, las lesiones de la psoriasis se extienden hacia la frente, la nuca o
detrás de las orejas. La psoriasis en el cuero cabelludo suele producir mucho
picor, y las escamas que se desprenden se ven en la ropa como «caspa»
blanquecina. La psoriasis por sí sola no produce la caída del cabello ni alopecia
(disminución de la densidad del pelo). Sin embargo, cuando las escamas son muy gruesas,
atrapan el pelo que se puede arrancar al intentar desprenderlas. También se
puede dañar temporalmente cuando se usan cremas o lociones con ácido salicílico
para ablandar las escamas. De todas formas, si el pelo se daña o se cae, cuando
la psoriasis esté controlada, se recuperará espontáneamente, la cantidad
perdida. Este tipo de psoriasis puede confundirsecon la dermatitis seborreica.
Psoriasis
en las uñas
La afectación ungueal es
muy variable: algunos pacientes no la tienen, otros tienen pequeños «puntos» en
las uñas, parecidas a las marcas de un dedal, algunos tienen engrosamiento
y deformación de la
uñas, y otros manchas amarillas que corresponden al despegamiento de la uña de
su lecho. Las lesiones ungueales pueden asociarse a cualquier tipo de
psoriasis.
Además de las molestias
para realizar algunos trabajos manuales, la afectación ungular suele preocupar
por su visibilidad. Su diagnóstico es difícil, porque todas las enfermedades de
las uñas se parecen mucho, por lo que siempre es aconsejable la valoración de
un dermatólogo.
Psoriasis
en la cara
La afectación facial es
poco frecuente, pero cuando ocurre interfiere mucho en la vida personal y
profesional. La piel de la cara es más delicada y difícil de tratar que otras
zonas del cuerpo, así que hay que tener cuidado con la mayoría de los
tratamientos tópicos, ya que éstos pueden producir irritación u otros efectos
secundarios. Cuando la psoriasis afecta la cara, puede confundirse también con
la dermatitis seborreica.
Psoriasis
de los pliegues
Este tipo de psoriasis
se llama también «psoriasis invertida». Las placas suelen ser más rojas y menos
descamativas. Puede afectar cualquier pliegue cutáneo (axilas, ingles, debajo de
los pechos, entre las nalgas, etc.). Es una forma muy incómoda y puede ser
dolorosa e invalidante si se producen fisuras en el fondo de los pliegues. Es
de difícil tratamiento con los medicamentos tópicos por la irritación que
pueden producir y porque los corticosteroides tópicos deben usarse con
limitaciones en esta localización.
Psoriasis
en gotas
Este tipo de psoriasis
recibe esta denominación porque las lesiones son pequeñas, menores de 2 cm,
numerosas y distribuidas de forma irregular por todo el cuerpo, como una
salpicadura.
Es más frecuente en
niños y jóvenes. Suele aparecer tras una infección por estreptococos (bacterias),
generalmente una faringe-amigdalitis. Responde muy bien al tratamiento tópico y
a la fototerapia,
incluso puede desaparecer espontáneamente. En algunos casos se transforma en
psoriasis en placas. Los brotes pueden repetirse cada vez que se padecen
anginas.
Psoriasis
eritrodérmica
Recibe esta denominación
cuando las lesiones afectan casi toda la superficie cutánea. La piel se
encuentra muy roja, caliente y se descama de forma abundante. Es una forma
grave de psoriasis que suele requerir ingreso hospitalario, pero
afortunadamente es muy poco frecuente.
Psoriasis
pustulosa
La psoriasis pustulosa
es una complicación grave y poco habitual, en la que aparecen pústulas estériles
(granos de pus no infecciosos) sobre las placas. Hay una forma localizada normalmente
en manos y en pies, y otra generalizada. La generalizada, muy poco frecuente, también
es grave y suele requerir ingreso hospitalario.
Artritis
psoriásica
La artritis psoriásica
es una forma de inflamación crónica de las articulaciones que se caracteriza por
rojez, hinchazón y dolor de las articulaciones afectas.
La artritis psoriásica
afecta fundamentalmente a las articulaciones de los dedos de manos y pies, la
columna lumbar y sacra, las muñecas y las rodillas. En algunos casos, si no se
trata, puede provocar daños irreversibles en las articulaciones.
Entre el 10 y el 30% de
las personas que tienen psoriasis desarrollan artritis, y ésta puede
manifestarse en cualquier momento, aunque su aparición es más probable entre
los 30 y los 50 años.
No se puede saber de
antemano quién tendrá artritis psoriásica, ya que no hay análisis de sangre que
permita predecirlo. Sin embargo, se sabe que las personas con psoriasis más
graves y con afectación ungueal más importante tienen más probabilidades de
padecer artritis. En ocasiones, la afectación articular aparece meses o años
antes que las lesiones cutáneas, o a veces las lesiones de la piel son mínimas
y pueden haber pasado desapercibidas al médico e incluso al paciente.
Si un paciente con
psoriasis nota dolor o hinchazón articular, debe consultar al médico y
preguntarle por esta posibilidad. El diagnóstico precoz de la artritis
psoriásica es fundamental para evitar las secuelas comentadas.
¿CÓMO PUEDE AFECTAR LA PSORIASIS A LA
SALUD FÍSICA?
Las últimas
investigaciones apuntan que las personas que padecen una psoriasis intensa e
iniciada antes de los 20 años tienen un mayor riesgo de padecer a partir de los
65 años enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares,
hipercolesterolemia y artritis, entre otras. A esta relación entre afecciones
se le llama «comorbilidad» y se refiere a las enfermedades que acompañan a
otra, en este caso a la psoriasis. Para evitar esta situación, debida a la
inflamación crónica que provoca la psoriasis grave mal controlada, es
aconsejable mantenerla bajo control mediante un tratamiento efectivo y
continuo. Aunque la psoriasis por sí sola no acorta la vida de quien la sufre,
sí lo pueden hacer estas enfermedades es que se le asocia con mayor frecuencia.
Asimismo es aconsejable: no fumar, no beber alcohol, mantener el peso ideal y
realizar ejercicio físico; como mínimo, caminar media hora 4 días a la semana,
para disminuir el riesgo que comportan las comorbilidades para la salud.
¿CÓMO PUEDE AFECTAR LA PSORIASIS A LA
SALUD MENTAL?
La psoriasis puede
causar también ansiedad y depresión. Hay trabajos científicos que demuestran los
beneficios de las intervenciones psicológicas (visita al psicólogo o al
psiquiatra) para mejorar la calidad de vida, e incluso para complementar el
tratamiento dermatológico con psicoterapia o medicamentos para la depresión y
la ansiedad, en caso que sea preciso.
¿CÓMO PUEDE AFECTAR LA PSORIASIS A LA
CALIDAD DE VIDA?
El concepto de calidad
de vida abarca tanto el estado físico y psíquico del individuo, como sus
reacciones familiares, laborales y sociales. Por su visibilidad, las
enfermedades de la piel (entre ellas, la psoriasis) pueden producir un
deterioro muy importante de la calidad de vida, y repercutir de esta forma en
el estado físico y emocional (como comentábamos en el apartado anterior):
pueden ocasionar dolor, quemazón, ansiedad y depresión, y en consecuencia pueden
llegar a provocar aislamiento social, mala adaptación en la escuela o el trabajo,
o limitar las
posibilidades de realizar actividades en el tiempo libre.
¿CÓMO SE VALORA LA INTENSIDAD DE LA
PSORIASIS?
Para poder escoger el
tratamiento más adecuado, es conveniente poder clasificar a los afectados según
sea el grado o la intensidad de la psoriasis que padecen: leve, moderada o
grave. Para determinar en qué grupo puede incluirse un afectado, hay que
valorar la extensión de las lesiones (porcentaje de superficie corporal
afectada), su localización, el grosor o el relieve de las placas, la rojez y la
descamación, y el grado de afectación de su calidad de vida. La forma más
sencilla para medir la superficie de las zonas afectas es la palma de la mano,
que supone un 1% de la totalidad de la superficie corporal. La psoriasis se
considera leve cuando afecta menos del 3% de la superficie cutánea, moderada
cuando afecta entre el 3 y el 10% y grave cuando afecta más del 10%.
Sin embargo, existen
excepciones. Aunque tengan poca superficie afecta, hay personas que se
clasificarán en el grupo de psoriasis moderada o grave porque las lesiones se
localizan en zonas visibles, molestas o de difícil tratamiento como: cara,
palmas, plantas, axilas, ingles, genitales y uñas. También pueden considerarse
graves las formas pustulosas, independientemente de la superficie afecta.
Asimismo, es posible que
alguien con lesiones poco extensas se sienta psicológicamente muy afectado; en
esta situación se clasificará su psoriasis de moderada o grave, y el
tratamiento se adecuará a esta clasificación.
Hay otros métodos más
complejos para valorar la intensidad de la psoriasis. El procedimiento más
utilizado es el índice de intensidad y gravedad de la psoriasis, Psoriasis
area and
severity
index (PASI); éste valora la extensión, la rojez o el enrojecimiento,
el grosor o el relieve, y la descamación de las placas, y mediante una fórmula
se obtiene una calificación. Si la puntuación que corresponde a un paciente va
de 0 a 7, la psoriasis es leve; si ésta va de
7 a 12, es moderada, y
si es superior a 12, se considera grave.
¿QUÉ PUEDE EMPEORAR LA PSORIASIS?
Los factores
psicológicos, como la ansiedad, el estrés y la depresión, influyen mucho en la psoriasis,
por lo que muchas veces los brotes van precedidos de problemas personales,
familiares o laborales. Las lesiones de psoriasis o un brote de la enfermedad
también pueden ser desencadenados por: el clima frío, las infecciones, las
quemaduras térmicas y solares, y las heridas o golpes en la piel. La aparición
de lesiones de psoriasis sobre una herida o zona de piel traumatizada se
denomina «fenómeno de Koebner». Por este motivo, se recomienda tomar
precauciones en el trabajo y al practicar deportes para evitar cualquier herida
o rozadura. No siempre que ocurra uno de estos factores aparecerá una placa de
psoriasis, ni en todas las personas, pero por si acaso deben evitarse.
Los productos de
limpieza del hogar, como detergentes, jabones y limpiadores, no deben
manipularse con las manos desnudas, sino que es recomendable ponerse guantes
adecuados, incluso para lavar la ropa o los platos.